LA OFENSIVA DE GUARNECIA
El
sol guardó sus rayos insolentes,
la
sombra de la noche iba cayendo;
un
grupo de guerreros van viniendo,
muy
exhaustos de andar por altos montes.
II
Se
aleja la luz de nuestro suelo,
sólo
queda una sombra abrazadora;
que
después de transcurrida aquella hora,
no
se ven ni estrellas en el cielo.
III
Era
un día de grandioso movimiento,
un
noviembre del año ochenta y cinco;
mientras
otros vivían con ahínco,
un
equipo se erguía en el tormento.
IV
La
guerrilla venía por la vaguada
desde
todos los puntos cardinales,
para
sorpresa de La Fuerza Armada.
V
El
cielo obscurecido aquellas horas,
era símbolo
de luto incesante;
tal
vez como luz gratificante,
fugazmente
se veían las trazadoras.
VI
La
presencia de un pájaro artillero,
disipa
aquella furia clandestina;
y deja
que una aurora matutina,
divise
un aliento mañanero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario