A continuación presento las primeras páginas de "MI PEQUEÑO MANANTIAL VOLUMEN 2", que es producto de mi esfuerzo literario, el cual con la ayuda de Dios a sido posible publicarlo.
MI
PEQUEÑO MANANTIAL
Volumen 2
Copyryght Neftalí Hernández
El Salvador
INTRODUCCIÓN
Quiero expresar ahora la satisfacción
que siento, al poder compartir con otros las ideas y pensamientos, manifestados
en el presente contenido; texto que dedico a Dios quien iluminó mi finito
entendimiento, haciendo así posible la concepción, el análisis y la ordenación
de los tópicos que siguen.
En vista de que la enseñanza es
primordial para la edificación del cuerpo de Cristo, quise escribir los
estudios que se hallan en esta obra, deseando de esta manera bendecir a quienes
tengan la oportunidad de adquirirla. Quise ordenarlos de una manera bosquejada,
para facilitar su estudio y comprensión.
Tres motivos tuve para escribir
este contenido:
1) despertar el interés en los
lectores para encontrar en la Biblia un manantial de riqueza espiritual, y así
ser sustentado con la palabra de verdad.
2) conservar la inspiración que
me fue dada en otro tiempo en beneficio de su pueblo. Dicho de otra manera,
perpetuar el cauce para que las aguas de la vida no dejen de fluir.
3) instruir en otros tiempos y
lugares, con el mensaje de advertencia y consuelo que un día Dios me quiso dar
Hermano lector, no lo olvide, mi
deseo y propósito al escribir, es transmitir este caudal.
NEFTALÍ HERNÁNDEZ
CONTENIDO
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CAPÍTULO 1. VIDA CRISTIANA
1. Las serpientes del desierto
2. Una gran transformación
3. Conforme al corazón de Dios
4. Pentecostés
5. Experiencias del Espíritu Santo
6. El tiempo de las resurrecciones
7. Siete fases sucesivas del reino de Dios
8. Los miembros de la iglesia
9. Como barro en las manos del alfarero
10. Oíd la voz de Jesús
11. El milagro de la salvación
12. La lepra espiritual
13. Un hombre sin igual
14. La luz del mundo
15. La dádiva de Dios
16. Una gran bienaventuranza
17. El encuentro de Moisés con Dios
18. Cerca del altar divino
19. Aprendamos la lección
20. Una buena preparación de la pareja
21. Elección del futuro cónyuge y noviazgo
22. Misterios en la creación de Dios
23. Los diez mandamientos
24. La iglesia cristiana
25. Al comenzar de nuevo
26. El nuevo pacto
27. El holocausto
CAPÍTULO 2. CONSAGRACIÓN
1. Importancia de la resurrección
2. Pasos hacia pentecostés
3. Malos negocios
5. Características de la iglesia primitiva
6. Deje la barca
7. Confiados en Cristo
8. Los tres grandes hechos de la vida
cristiana
9. El río del Edén
10. De lo que carece el pecador
11. El silencio de Dios
12. La gloria de su gracia
13. El don de Dios
14. El que camina con Dios
15. Resultados de la ignorancia
16. Guerra con Amalec
17. Fuego sobre el altar
18. El chisme
19. Incredulidad, versus fe
20. La salvación de Rahab
21. Una tierra nueva ante nosotros
22. El peligro de la victoria
23. ¿Estás dispuesto?
24. Fuera de Egipto
25. La toma de Jericó
26. La toma de Hai
27. Doctrinas principales de la fe
milagrosa
28. Israel en el plan de la salvación
29. Distintas manifestaciones del Espíritu
Santo
30. El poder de la fe
31. Un gran llamamiento
CAPÍTULO 3. PERSONAJES DE LA BIBLIA
1. Lecciones tomadas de Rahab
2. El camino de Enoc
3. La vida de José
4. El hombre Moisés
5. La mentira de Rahab
6. Jesucristo, la revelación de Dios
7. La vida de Noé
8. El sacrificio de Isaac
9. El rey Saúl
10. Reinado de David
11. Conversión de Saulo
12. Oportunidad de Zaqueo
13. La fe de Abraham
14. El mal ejemplo de Rebeca
15. Josué
16. Aarón
17. Abel
18. Caleb
19. David
20. Elías
21. Eliseo
22. Gedeón
23. Ismael
24. Jefté
25. Jeremías
26. Sansón
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CAPÍTULO 1. VIDA CRISTIANA
1. LAS
SERPIENTES DEL DESIERTO
Números
21: 4–9.
Jesús recuerda a Nicodemo aquel
hecho creído por todos en la antigüedad (Juan 3: 14-15).
Israel olvidó los juicios de
Egipto y su libertad alcanzada. Sólo pensaban en satisfacciones estomacales
antes que espirituales.
I. LA REALIDAD DEL PECADO
Todo pecado es siempre contra
Dios (v. 5; Mateo 25: 41-46). Pecaron contra toda la Ley de Dios.
La gente busca sus satisfacciones
en la carne y en el mundo; encuentra placer en todo lo que el “Egipto” puede
darle.
II. PRODUCTOS DEL PECADO
El pecado nos pone siempre a
merced de la serpiente. ¡Cuántas lágrimas! Por los sufrimientos que está
causando.
No hay quien escape; no hay
medicina; y al final mata (Romanos 6: 23).
Estas serpientes del desierto,
hablan de Satán con su astucia y su engaño. A causa de las murmuraciones muchos
murieron (Salmos 58: 1-5).
III. EL ÚNICO REMEDIO
Los ruegos de Moisés no sirvieron
para alejar a las serpientes. De igual manera el pecado sigue su obra
destructora; pero el remedio está en Jesús.
La serpiente levantada identifica
a Jesús en la cruz para darnos salvación (2 Corintios 5: 21).
Cual serpiente de bronce, Jesús fue un día levantado para salvar a
todo aquel que venga a él.
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2. UNA GRAN TRANSFORMACIÓN
1
Corintios 3: 18
El apóstol contrasta la gloria de
la antigua dispensación con la de la nueva. Aquélla fue gloriosa: el mismo instrumento
de ella, Moisés, tenía gloria; pero su gloria era imperfecta, temporal, como el
brillo del rostro de Moisés. No así la gloria de la nueva dispensación y de su
Mediador, Jesús, cuya gloria contemplamos y reflejamos. Nuestro texto habla de:
I. Una transformación
1. El término es el mismo que
describe la transfiguración del Señor (Marcos 9: 2), y el que usa Pablo en
Romanos 12: 2.
2. No se refiere a la
regeneración, que es obra instantánea, no un proceso; sino la santificación,
que es el desarrollo de esa vida nueva.
3. Es transformación gradual y
continua. Todo creyente siente la necesidad de ella.
II. El modelo de ella: “La gloria
del Señor”
1. La gloria de su carácter. En
cuanto a su pureza: a su obediencia; a su amor; a su abnegación.
2. Es el modelo digno, único,
suficiente. ¿Por qué otros?
III. Los sujetos: “Nosotros
todos”, esto es: los creyentes
1. Todo carácter está
experimentando constantemente algún cambio: acentuándose, confirmándose; para
bien o para mal.
2. El incrédulo se prepara para
el infierno; el creyente para estar con Cristo.
3. Sólo Cristo puede apreciar tal
gloria; sólo él la desea, y tiene el principio de esa vida gloriosa.
4. Y es privilegio de todos y
cada uno. Hemos de ser semejantes a él.
IV. El instrumento: “Como en un espejo”
1. No es otra cosa que la Palabra
de Dios (Santiago. 1: 23). En ella está reproducida fielmente su imagen moral.
Aun cuando sea imperfecta nuestra visión (1 Corintios 13: 12). No seríamos
capaces de verla cara a cara (Moisés, los discípulos en la transfiguración).
2. La Biblia es el gran
instrumento de santificación: enseñando, reprendiendo, inspirando, etc. (2
Timoteo 3: 16, 17). Cristo aparece en todas sus páginas, bajo diferentes
aspectos.
- La ignorancia, el pecado y la preocupación son obstáculos que, como velos, impiden a muchos mirar la gloria del Señor.
- ¡Mirémoslo! No apartemos nunca de él nuestros ojos.
3.
CONFORME AL CORAZÓN DE DIOS
Proverbios
4: 23
Todos sabemos que el corazón es
el centro de la vida; es el comando que dirige al tálamo cerebral en sus
multifunciones y el motor que hace posible el movimiento de la sangre en sus
arterias.
La Biblia enseña que además de
ser el centro de la vida, es también el centro de las emociones, sean buenas o
malas.
¿Qué significa entonces, ser
conforme al corazón de Dios?
1. Significa ser limpios en
nuestra forma de pensar.
El pensamiento es el embrión de
la conducta. Allí nacen las ideas de lo bueno o lo malo que después realizamos.
2. Significa ser limpios en
nuestra forma de hablar.
¿Cuantas palabras ociosas dice
usted durante el día? Escríbalas diariamente y procure no volver a repetirlas.
Recuerde que de toda palabra ociosa que salga de nuestros labios, tendremos que
dar cuenta.
3. Significa ser limpios en
nuestra forma de actuar.
¿Qué actitud toma usted cuando
ésta con otras personas? No son correctas las burlas, ni las críticas, ni las
mentiras, ni las discusiones acaloradas.
¿Qué actitud toma usted cuando se
encuentra sólo? Es necesario tener presente que nunca estamos totalmente solos.
Dios siempre está en todo lugar. Por lo que todo lo que usted haga en secreto,
Dios siempre lo sabe. Todo buen cristiano debe aprender a respetar su cuerpo;
esto es no manipular sus partes íntimas innecesariamente.
En conclusión podemos decir, que
como todos buenos cristianos, debemos vivir conforme al corazón de Dios.
4. PENTECOSTÉS
Hechos 1:
12-26
Recordamos Pentecostés como el
día en que Dios se encontró con sus hijos que lo esperaban. En Pentecostés el
Espíritu de Dios llenó a los creyentes. Fluyó como un río de agua viva desde el
interior de cada uno (Juan 7: 37-39). Ellos adoraron a Dios en un lenguaje que
nunca habían aprendido. Valientemente testificaron de Jesucristo. Esta clase de
Pentecostés es el que desea cada creyente. Podemos identificar tres acciones de
los creyentes que fueron guiados para ser llenos con el Espíritu Santo.
A. Fueron obedientes. El viaje a
Pentecostés comenzó con un paso de obediencia. El Señor les ordenó permanecer
en Jerusalén (Lucas 24: 49; Hechos 1: 4). Les mandó esperar y recibir el don
del Espíritu Santo. Por lo tanto, ellos hicieron exactamente lo que el Señor
les dijo. Regresaron a la ciudad y esperaron (Hechos 1: 12-13).
Pareciera que esperar no da mucho
que hacer. Había buenas nuevas para contar. Jesús había resucitado de la
muerte. Los discípulos habían estado hablando con Él por un término de 40 días.
Sin duda ellos estaban listos para contarlo a otros. Pero esperar en actitud de
adoración era suficiente. Erraríamos al tratar de hacer más o menos de lo que
Dios ordena.
B. Oraron. Un segundo paso hacia
Pentecostés es la oración. Así como los discípulos obedecían, también oraban.
Vea cómo Lucas nos responde varias preguntas.
• ¿Dónde oraban los discípulos?
En un aposento alto en Jerusalén.
• ¿Cuáles apóstoles estaban allí?
Todos, a excepción de Judas. Matías lo reemplazó posteriormente (Hechos 1: 26).
• ¿Quiénes estaban orando con los
apóstoles? Jesús se apareció a un grupo de más de 500 personas que incluían
hombres y mujeres, después de su resurrección (1 Corintios 15: 6). Tal vez los
120 del aposento alto eran parte de este grupo.
Lucas presta especial atención a
María la madre de Jesús y a sus hermanos. Algunos erróneamente enseñan que
María fue siempre virgen. Estas enseñanzas falsas contradicen las Escrituras.
Mateo no dice que José nunca tuvo relaciones sexuales con María. En cambio dice
que José no la conoció (sexualmente) hasta cuando ella dio a luz a Jesús (Mateo
1: 25).
C. Basaron sus creencias en la
Biblia. Los primeros discípulos creyeron que las Escrituras eran la Palabra de
Dios. Téngase en cuenta lo que Pedro dice cuando se para en el aposento alto
antes de Pentecostés. “Varones hermanos, era necesario que se cumpliese la
Escritura en que el Espíritu Santo habló…” (Hechos 1: 16).
Por medio de lo anterior, podemos
aprender lo que Dios quiere y tiene para cada uno de nosotros.
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