¿DONDE HALLAR A DIOS?
Job
23: 3-4.
La oportunidad de
encontrar a Dios, ha sido una de las grandes necesidades que ha incumbido en
toda la humanidad, no importando raza, lengua y cultura. Toda nación, tribu o
estirpe (ya sean civilizados o nómadas), han hecho de algo o alguien, motivo de
reverencia o adoración.
Por lo anterior
podemos notar que la creencia en Dios, no es una opción, sino una necesidad
humana que no se puede disimular; pues, sea cual sea la religión o creencia de
los pueblos, todos de alguna o de otra manera, manifiestan creer en alguien de carácter
superior. Ese alguien para nosotros es el Dios soberano, creador de todo lo que
existe. Pero volvamos ahora a la pregunta anterior ¿dónde hallar a Dios? veamos
algunas respuestas a esta gran interrogante:
1 -Usted no puede
hallar a Dios, sin saber antes quién es él.
Muchos creen en
dioses artificiales o imaginarios, los cuales ni siquiera tienen consciencia de
lo que son.
Hay dioses de mucho
prestigio en el mundo, tal vez por la obra de arte con que han sido elaborados;
pero no son reales en poder. La pregunta de muchos es: ¿a quién vamos a
creerle? ¿Cuál es el verdadero Dios? ¿Dónde
encontrarle?
Nosotros sabemos que
Dios es omnisciente, omnipotente, omnipresente, eterno e inmutable. Es el único
Dios y fuera de él, no hay otro.
2 -Usted no puede
hallar a Dios, si lo busca dondequiera.
El buscarlo en cualquier
religión no es productivo; la religión puede ser buena; tal vez para disipar
las penas de culpabilidad, para olvidar un vicio o para dejar una vida de
inmoralidad, pero no para llegar a Dios.
La santería y la brujería
no son lugares de Dios. El es santo, limpio y puro y no comparte su gloria con
lo inmundo.
Buscarlo entre los
muertos, fue un error de sus discípulos; porque él es vivo y real como su
creación también lo es; y si no, vea los mares, los cielos y los montes
humeantes; o sienta la furia y la velocidad del viento.
3 -Usted no puede
hallar a Dios, si no abre acceso.
Tal vez usted se
acuerde de aquella mujer que sanó Jesús de hemorragia vaginal. Dice la historia
bíblica, que iba una gran multitud con Jesús y lógicamente, él iba en medio de
todos; pero aquella mujer decía: “si tocare el borde de su manto, seré sana”.
Por lo que tuvo en poco el esfuerzo de llegar hasta Jesús, y empezó a abrir
paso en medio de aquella enorme y apretada multitud. Nosotros sabemos que dicho
esfuerzo no fue en vano.
Yo fui uno de los rompe
brechas en un operativo militar entre las zonas de Santa Ana y Chalatenango, en
un sector cercano al Rio Lempa; de lo que puedo recordar, no era un oficio
fácil; pero fue necesario, para encontrar un camino más transitable. En la vida
cristiana también no será fácil; pero es necesario, para encontrarnos con Dios.
Querido lector:
mientras tanto que usted no sepa quién es Dios y lo siga buscando adondequiera
sin tener un objeto definido, no hallará respuesta a su pregunta; será como una
caña batida por el viento, que vive a expensas de la suerte o la miseria.
Mi intención es
ahora, que vivamos sintiendo en nosotros el efecto de una nueva dimensión
espiritual.
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